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Mostrando entradas de abril 13, 2016

El perro negro y el amor compartido

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Al lado de casa hay un hermoso perro negro. Cada vez que me ve, corre hasta la barda, pone sus hermosas patitas blancas, y yo lo acaricio mientras le doy una galleta. Tenemos una relación especial, el perro negro y yo. El otro día, venía con mi hija y el perro corrió a la barda al verme. Orgullosa, le dije a mi hija: —¿Ves? Me ama. Ella me miró con la sinceridad que solo tienen los niños y me dijo: —Mami, no quiero lastimarte, pero debo decirte que ama a todas. Con las chicas del colegio hace lo mismo. De pronto, mi corazón hizo click. Pensé que este perro es tan inteligente que sabe que el amor no debe ser exclusivo, sino que debe darse por doquier. Tal vez, el amor más grande es ese que se comparte libremente, sin barreras ni condiciones.

Recreación

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7:00 p. m. —hora de Costa Rica. X:00 —hora de cualquier lugar del mundo. Cualquier sala. Cualquier noche. Timbra el teléfono: —¿Hola? Sí, diga. ¿Con quién desea hablar? …Sí, ella habla. ¿Que me extraña? ¿Que se dio cuenta? ¿Que yo era la mujer de su vida? ¿Que sí, que al final era yo? —Mire, creo que se equivocó de número. ¿Los recuerdos? Claro que los guardo, en papeles de colores. Ah no, a mí no me gusta desperdiciar… menos el amor. ¿Que si me he vuelto a enamorar? Siempre. Todos los días. Le prometo que, si encuentro algún recuerdo suyo, se lo haré saber. Es que algunos se mueven con el viento. Pero de entrada, le advierto: no los devuelvo. Y gracias, gracias por considerarme para el puesto de “la mujer de la vida de alguien”. Pero es mucha responsabilidad, ¿sabe? Estoy aprendiendo, con amor y con paciencia, a ser la mujer de mi vida. Cualquier parecido con una historia verdadera… es pura coincidencia.

Condenada a escuchar Arjona

Lo más terrible de no tener dónde aparcar el coche no es ser ciudadano de a pie, ni las enormes presas de tránsito. Cargas un libro y te entretienes. Lo peor es que al chófer le guste Arjona. Es día a día, una hora escuchándolo. ¿Será que pasé mi vida evitando su música y ahora me toca pagar la ley kármica? Humildad: todo lo que niegas y evitas, inevitablemente llega. Ahora que lo pienso, en el último año me han mandado videos, audios… hum. ¿Quién diría? ¿Quién diría? Será que me compro un CD y así cumplo mi condena de una vez. Bueno, me voy a relajar y escucharé la gran canción, derroche de originalidad: “Si el norte fuera el sur” . Ahí voy de nuevo con mi marcada intolerancia por la mala música. Estoy condenada. Que tengan una buena semana… libre de Arjona.
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Un chico me paso esta imagen hoy .  Yo le respondí ¿es en serio, ahora somos de cuidado?  El me respondió. Y con eso que me quieres decir? Con esa indirecta tan directa? Será un mensaje directo como persona? De acuerdo te entiendo. Posterior a esto me bloqueo. Me gane el primer bloqueo.   No me dio tiempo de mandar mi imagen respuesta.  Digan  hija de puta; cabrona, pero tenía que compartir esto. Yo me río. Por favor si no tienes sentido de humor no responda este mensaje.

La bruja y la emisora del chófer

“Su amor me hace daño, pero lo amo; son muchos años; quisiera dejarlo. Él es mi mundo.” Una bruja como yo no puede con este tipo de canciones. Musical es la emisora que escucha el chófer. Ponerme los audífonos parece una buena solución, pero así pierdo el placer de oír al chófer cantar con esmero. Soy la única pasajera del autobús. Y me digo a mí misma: seguro que me diagnosticarían como incapacitada emocional si en este momento me preguntaran qué siento con esta música. O peor aún, haría un análisis profundo del mensaje que lleva la canción y su impacto en las masas, y bla, bla, bla… toda esa retórica académica. Pero a veces, mejor me uno al chófer y canto con él: "Déjame ser tu amante, no puedo ser nada más." El señor sonriente me dice: —Buena canción, ¿verdad? Yo le sonrío y le respondo: —Buenísima. A veces, solo a veces, recupero la cordura y escucho Musical .. Gracias por acompañarme en esta confesión de viaje y música. ¿A vos qué canción te ha marcado en un ...

Vestido de Verano

Monólogo teatral: “Vestido de verano” (Luz tenue. Una mujer sola en escena. Viste con un vestido ligero, veraniego. Habla al público como si contara un secreto o una anécdota que le dejó sabor en la boca. Juguetona, irónica, segura. A veces se detiene a saborear el silencio.) MUJER: La noche del viernes... saqué a pasear mi vestido nuevo de verano. Ligero. Estampado estival. Espalda al aire. Ese tipo de vestido que no necesita permiso para existir. Llegué al bar, ya saben... Ese donde la música está buena y el trago no se mide. Conversaciones cruzadas, risas sinceras, ojos que buscan, otros que evitan. La madrugada me sorprendió en una charla deliciosa. Una de esas donde el tiempo se te escurre entre palabras. Mis amigos, tan gentiles, ofrecieron llevarme a casa. Pero no. Yo, digna en vestido, pedí taxi. Quería cerrar la noche sola, con mi vestido, con mis pensamientos. Así que me quedé en la esquina del bar, esperando que algún taxista se compadeciera de mí… Y esquiv...